Hasta el cielo!
Jugando la copa de la vida, el pueblo de mi país se va muriendo. Se va muriendo a cada paso, a cada bolívar que hace falta para comer, a cada palabra cerrada en el pecho.
Mi pueblo llora en silencio y con eso se pierde el color caribeño, se pierde el alma llanera.
Yo creo que volverá a ser libre mi Pátria! Libre como el turpial, enorme como el araguaney y lleno de orquídeas multicolores que nos enseñen la verdadera definición de LIBERTAD, porque el reloj de la vida no pára!
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